Tenemos por delante una etapa en la que hemos de resocializar a nuestro perro, es decir, volverle a habituar al entorno para que esté tranquilo y lo vea como algo positvo. Para de este modo evitar problemas de conducta o evitar que se agraven los existentes.
Y la forma más sencilla de hacerlo es a través del juego, conociendo y redescrubriendo su lenguaje y sabiendo como estructurar de manera correcta sus paseos.
Y para que te sea aún más fácil, tienes a tu disposición el «Plan ¡Feliz Desescalada!».