Vamos a ser proactivos y salir del camino.
Nuestra prioridad, nuestra principal preocupación, siempre tiene que ser nuestro perro: mantener a nuestro perro sintiéndose seguro.
Así que cuando veas venir lo que genera inseguridad, miedo, etc. a tu perro, gira y camina en otra dirección. Si tu ruta planeada te va a acercar a ellos, elige otra ruta. Para esto has de entrenar bien ejercicios de atención y llamada.
Porque si sabes que tu perro tiene miedo se siente inseguro en esa situación, con exponerle a ella sin más, lo único que vas a conseguir es fijar aún más ese miedo y correr el riesgo de una generalización mayor.
Si puedes, elige tus rutas para permitir esto. Evita rutas largas y estrechas sin puntos de salida. Elige lugares con múltiples opciones o espacios abiertos donde puedas alejarte sin obstáculos.
Esta es la estrategia más simple para comenzar, pero, por supuesto, no es posible cada vez. Así que vamos a mirar algunas cosas más que puedes hacer en los próximos días.
Y nunca olvides, los miedos no desaparecen por si solo, si tu perro es sensible (reactivo), tiene miedos, inseguridades, necesita ayuda. Necesita que se comprenda su situación y necesita un plan de acción que te tenga a ti como su principal aliado. Y eso pasa por pedir ayuda profesional para trazar ese plan y tener ese acompañamiento que tanto tu perro y tú necesitáis. Y si decides que sea yo quien os acompañe, estaré encantada de formar equipo para ayudar juntas a tu perro.
Un abrazo.
Mónica