Adapta la dificultad a tu perro. Ya que si lo encuentra demasiado difícil para lograr resolverlo, puede llegar a frustrarse y conseguir el efecto contrario.
Ten en cuenta que cada perro tiene sus propias estrategias resolutivas, por lo que habrá perros que rompan el juguete y otros que lo abran. Ninguna solución es incorrecta. Ya que el objetivo de estos juegos es activar su sistema cognitivo para fortalecerlo.