Hoy me apetece hablar de cacas. Más concretamente de su recogida. Y es que a menudo me encuentro cacas por las calles, de gente incívica, que se les olvida que son suyas y ahí las dejan. O también podemos encontrarnos las cacas en sus bolsas de todos los colores y dibujitos. Lo primero que tendríamos que hacer sería llevarlas a la papelera o contenedor apropiados.
Pero lo más irónico de este tema es que estamos introduciendo un material compostable dentro de otro que estará muchos años intacto. Es cierto que existen las bolsas biodegradables. Pero éstas lo único que hacen es biodegradarse en microplásticos. Que luego aparecen en nuestras agua y más tarde en el pescado que te vas a comer.
Otra opción son las bolsas de caca compostables, hechas de maicena y no contienen plástico. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente hacemos eso? ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a pagar el precio de estas bolsas de caca totalmente compostables?
Así que hoy vengo a proponerte una alternativa. Una solución para aportar nuestro granito de arena al planeta, llevando a cabo dos de las R’s: reutilizar y reciclar. ¿cómo? Haciendo nuestras propias bolsas de caca.
En el vídeo te digo cómo hacerlas y cómo usarlas.
Y ya sabes, si te animas a hacerla, sube tu bolsa a redes y etiquétame para que pueda verla.
Un abrazo
Mónica